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Gervasio Sánchez la Evolución y el Compromiso del Fotógrafo
- 21 junio, 2013
- Publicado por: Webmaster
- Publicado en: Fotógrafos

Hablar de Gervasio Sánchez no es sólo hablar de un gran profesional del fotoperiodismo. Gervasio es mucho más que todo eso, la ética, la conciencia y el compromiso como fotoperiodista. Estas son algunas de las palabras que lo definen y no hace falta nada más que detenerse a ver y estudiar su obra para darse cuenta de ello.
En el año 2012 tuvimos la gran suerte de conocerlo a él y a su familia, fue su mujer la que nos presentó. Y el pasado mes de mayo pudimos compartir y debatir con él sobre fotografía durante unos días. Fueron días realmente intensos en los que aprovechamos cada minuto y disfrutamos mucho.
Gervasio en sus inicios en los años 80 realizaba fotografias en diapositiva y como anécdota contaba que todas sus cámaras analógicas las compraba de segunda, tercera o incluso de cuarta mano.
Fotografía de Gervasio Sánchez (todos los derechos reservados)
Explicaba que al igual que otros grandes maestros de la fotografía, como Cristina García Rodero, su base técnica fotográfica siempre ha sido la justa. Ya que, en esa época «era muy dificil acceder a la formación, ésta era muy escasa en nuestro país».
Esto le ha llevado a tener que aprender sobre el terreno, cometiendo muchos errores. Ha tenido la suerte de encontrarse gente por el camino que le ha echado una mano y le han ayudado a centrarse. Aunque el camino ha sido muy largo y duro.
Fotografía de Gervasio Sánchez (todos los derechos reservados)
Nos relataba, que en su primera etapa realizaba fotografías en color (diapositiva), por varios motivos, porque sólo tenía una cámara, porque realizar diapositivas era más económico y porque era lo que se vendía bien como foto única o como reportaje para contar historias.
Hay un antes y después de Gervasio Sánchez y gran parte de la culpa de esta metamorfosis fotográfica es del fotoperiodista Gilles Peress de la agencia Magnum.
Nos contó que a raíz de coincidir con Gilles en Ayacucho (Perú) en el año 1990 y mostrarle una carpeta con una selección de sus trabajos y tras verlos le dijo textualmente «por aquí no vas a ninguna parte, los fotográfos tienen que intentar mostrar su manera de contar las cosas. Intenta fotografíar en blanco y negro, intenta buscar tu manera de contar las cosas que sean distintas e intenta ser muy autocrítico».
Estas palabras le plantearon una serie de inquietudes que le llegaron muy adentro. Gracias a ellas, hoy podemos disfrutar del excelente trabajo que realiza. Proyectos muy personales donde se implica de principio a fin, y donde la base de trabajo viene dada por las famosas palabras de Gilles.
Fotografía de Gervasio Sánchez (todos los derechos reservados)
Fruto de ello nació cuatro años después, su primer libro El Cerco de Sarajevo. Imágenes realizadas en Sarajevo, entre el comienzo de la guerra, en junio de 1992, y el ultimátum de la ONU en marzo de 1994.
Gervasio, calificaba en enero del 1995 (con motivo de la exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid) las obras como «un testimonio contra el olvido». En ella mostraba una selección de 76 obras como que formaban el libro-catálogo El Cerco de Sarajevo, publicado por la Editorial Complutense.
Desde su primer proyecto ya adquiere un gran compromiso con las víctimas de las guerras, a las cuales realiza seguimientos a muy largo plazo. Un claro ejemplo de lo que comentamos es Vidas Minadas.
Fotografía de Gervasio Sánchez (todos los derechos reservados)
Manuel Orellana de Apopa (El Salvador). Una mina le secciono ambas piernas mientras trabajaba en los cafetales del volcán San Salvador, el 12 de diciembre de 1991.
Vidas Minadas muestra las consecuencias de los diminutos «guerreros» ocultos que no tienen corazón ni sentimientos, pero que pueden ser letales a la más leve presión. (Frase extraída del prólogo Vidas Minadas escrito por Gervasio Sánchez)
Esas consecuencias letales son las que nos muestra el autor, en los protagonistas de Vidas Minadas, personas a los que sin comerlo ni beberlo de repente les cambia la vida por completo.
Niños jugando o dirigiéndose al colegio, personas paseando o desplazándose a sus trabajos o que haceres diarios y de repente ¡zash! les estalla una mina en las mismas narices con resultados realmente debastadores, en el mejor de los casos perdida de alguno de sus miembros (manos, pies, brazos, piernas).
Pero su trabajo no se queda en mostrar lo que les ocurre y como tienen que defenderse estas personas, su trabajo va todavía más allá.
Cinco Años Despúes (Vidas Minadas) nos muestra a los protagonistas y cómo éstos van evolucionando y se enfrentan al día a día intentando llevar con coraje y valentía «una vida normal como cualquier otra persona». Cómo van creciendo y cómo ha marcado para siempre sus vidas desde el día que por accidente pisaron una mina.
El seguimiento de las victimas continúa, en 2007 se publicó Vidas Minadas 10 años. Gervasio incluso bromea diciendo que ya tiene plazo de presentación de Vidas Minadas 25 años.
El Cerco de Sarajevo, Niños de la Guerra, Desaparecidos, Caravana de la Muerte, Vidas Minadas…. Todos sus trabajos tienen en común una forma de ver, una forma de contar, una denuncia social, en ellos nos muestra las secuelas de la guerra en su cara más castigada, las víctimas.
Ya sean personas que un día arrancaron de sus familias y de las que nunca más se supo (Desaparecidos. Victimas del Olvido), como niños que en su camino de crecimiento de repente se encuentran sin casa, sin hermanos sin padres, porque en un despacho alguien ha decidido que se ha de entrar en guerra con ese país, ciudad o región. Y de repente lo único que les queda es la lucha por la supervivencia en el día a día.
Gervasio a diferencia de la gran mayoría de periodistas no manda crónicas pactadas con lo que se quiere oír. Gervasio DENUNCIA a través de su cámara y sus artículos, para que todo el mundo sepa quién nos gobierna y las atrocidades que impunemente se realizan, campando a sus anchas. Con el consiguiente negocio que genera todo esto y con el que unos pocos «personajes sin entrañas» se enriquecen sin ningún tipo de complejo.
Fotografía de Gervasio Sánchez (todos los derechos reservados)
No cabe duda que estar tan comprometido y defender lo que Gervasio defiende, siendo tan directo, y contando lo que una gran mayoría no quieren oír, le ha traído algún que otro «enemigo». Pero también algunos amigos que están con él y con su forma de ver, ser y actuar.
Gracias a la fotografía conocemos esta lucha y denuncia continua que para Gervasio es algo más que una profesión, es una forma de vida. Y decimos esto, porque queda patente tanto al oirlo hablar como en sus proyectos fotográficos. Vidas Minadas y Desaparecidos son dos claros ejemplos de lo que estamos comentando.
Si queréis disfrutar de las excelentes fotográfias de Gervasio Sánchez, nada mejor que poder deleitarnos contemplando y revisando su obra en papel. Para ello podéis hacer dos cosas, o ir a visitar sus exposiciones o adquirir sus libros, editados con mucho mimo por Blume y de una calidad excepcional tanto de impresión como de encuadernacion.
La experiencia de Blume de más de cincuenta años en el mundo editorial se hace notar. Buscan siempre la calidad, el rigor y el cuidado en los contenidos, para que los libros publicados consigan convertirse en una línea editorial con sentido y compromiso.
Echarle un vistazo a su web www.blume.net en el apartado de fotografía podéis encontrar libros muy interesantes.
Los libros editados de Gervasio los podéis encontrar dentro del apartado de Fotoperiodismo, salvo Vidas Minadas que esta agotado.
Si no sabéis en que invertir, no le déis más vueltas, no hay nada mejor que invertir en cultura.